La cepa de maíz transgénico de Monsanto, MON863, afecta al hígado, riñones, corazón y otros órganos, según un estudio publicado por el International Journal of Biological Sciences.
El estudio de investigadores franceses sostiene que el maíz transgénico de Monsanto afecta la salud de los mamíferos cuando se incluyen en la dieta diaria, en este caso en particular los alimentos de Monsanto se relacionan con daño de órganos en ratas. Alemania prohibió hace dos años el uso de estas semillas y USA acaba de aprobarlas para la comercialización.
Investigación examina los efectos, todavía no estudiados con suficiencia, que tienen los alimentos genéticamente modificados en la salud animal, encontrando que el maíz producido por Monsanto afecta hígado, riñones, corazón y otros órganos.
En un estudio publicado en el International Journal of Biological Sciences, investigadores franceses analizaron tres variedades de maíz genéticamente modificado y producido por Monsanto que actualmente se encuentran aprobadas para su consumo en USA, Europa y muchos otros países.El problema es que de acuerdo con el susodicho estudio, estas variedades de maíz, como muchos de los alimentos genéticamente modificados, afectan la salud de los mamíferos cuando se incluyen en la dieta diaria, en este caso en particular los alimentos de Monsanto se relacionan con daño de órganos en ratas.
Y si bien el gigante de los transgénicos se defiende con sus propias investigaciones, mismas que solo toman 90 días, después de los cuales la empresa da por bueno cualquiera de los alimentos que produce si estos no provocan efectos dañinos visibles en los sujetos de experimento, al menos en este caso la aprobación por parte de las autoridades sanitarias de cada país parece a todas luces prematura.
En cuanto a las consecuencias específicas que el consumo de semillas Mon 863, Mon 810 y NK 603 implicó en las ratas analizadas, las más notables fueron en las funciones del hígado y los riñones, los órganos principales en cuanto a desechar sustancias tóxicas se refiere, pero también resultaron afectados el corazón, el bazo, las glándulas suprarrenales en incluso las células sanguíneas.
“Concluimos – escriben los científicos en el artículo donde da a conocer los resultados de su investigación – que nuestros datos sugieren fuertemente que dichas variedades de maíz genéticamente modificado inducen un estado de toxicidad hepato-renal [...]. Estas sustancias nunca han sido parte integral de la dieta humana o animal y por lo tanto sus consecuencias en la salud para aquellos que las consuman, especialmente por extensos períodos de tiempos, son todavía desconocidas”.
La semana pasada, el USDA (Departamento de Agricultura de USA) aprobó el cultivo después de revisar las evaluaciones ambientales y de riesgos, los comentarios del público y los datos de investigación de Monsanto.
El maíz es el mayor cultivo agrícola de USA y los agricultores sembraron 91,9 millones de acres (unos 37 millones de hectáreas) con el cereal forrajero este año, la segunda superficie más grande desde la Segunda Guerra Mundial.
En su petición del 2009 para la aprobación de la variedad transgénica, Monsanto dijo que un 40% de las pérdidas de cosechas en América del Norte se deben a un nivel de humedad poco óptimo.
En un comunicado, Monsanto dijo que planea ensayos agrícolas en el oeste de los Grandes Llanos de Estados Unidos en el 2012 para demostrar la variedad a los productores y para generar información que pueda ayudar a tomar decisiones comerciales a Monsanto.
“Nuestro sistema contra la sequía se ha diseñado para ayudar a los agricultores a mitigar el riesgo de pérdida de rendimiento cuando se experimenta el estrés por un clima seco, principalmente en zonas con un estrés hídrico anual”, dijo Hobart Beeghly, jefe de administración de productos en USA.
El producto resistente a la sequía fue parte de una colaboración con la compañía química alemana Basf.
La principal área de USA para la adopción del maíz tolerante a la sequía serían las Grandes Llanuras, que producen una cuarta parte de la cosecha del país, así como regiones similarmente secas de África, Europa y América Latina.
El USDA anunció que la variedad, conocida como MON 87460, “ya no se considera un artículo regulado bajo el reglamento que rige la introducción de ciertos organismos transgénicos”.
En Abril del 2009, Alemania prohibió el cultivo de maíz transgénico de Monsanto debido a que el ministerio de Alimentación, Agricultura y Protección llegó a la conclusión de que éste constituye un peligro para el medio ambiente.
Fuente: Urgente24
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