Microsoft ha solicitado en Estados Unidos la patente para un sistema que controla el comportamiento de los empleados en sus ordenadores, llamadas telefónicas y conducta gestual. Para ello, emplea la tecnología del popular sensor Kinect. En el caso de que algún trabajador tenga un comportamiento fuera de las normas, alerta al departamento de recursos humanos.
En 1984, la popular antiutopía imaginada por George Orwell, el Gran Hermano se encargaba de vigilar para el Partido a todos los ciudadanos a través de una telepantalla. Se trataba de un dispositivo de entrada y salida que recogía información, además de funcionar como televisor. De esta forma, era capaz de actuar si alguien sacaba los pies del tiesto.
Parece que dicha idea será llevada a la oficina gracias a la tecnología de Kinect y una patente en trámite de Microsoft. “Los comportamientos de la organización pueden ser monitorizados, analizados e influenciados por un sistema de comunicación multi-modal”, según muestra la solicitud de la patente presentada en la US Patent & Trademark Office, la oficina de patentes y marcas de los EEUU.
Por tanto, al adoptar esta tecnología, las conductas podrían ser controladas al milímetro y proporcionar información de comportamiento a nivel individual y de organización, con el objetivo de influir de forma más efectiva en la conducta dentro de la oficina.
Algunos de los datos facilitados gracias a este nuevo sistema serían el tiempo dedicado al correo, a navegar por Internet o a los procesadores de texto. El análisis de estos datos resulta bastante comprensible dentro de una empresa. Sin embargo, otros comportamientos que recoge el sistema podrían ser excesivos, como las conversaciones que se producen dentro de la oficina, la gestualidad, así como el uso de la ropa para una reunión de negocios.
Defensa de Microsoft
Microsoft asegura en la patente que este sistema, que utiliza la tecnología de Kinect, es todo parabienes. De esta forma, el gigante de Redmond dice que con él los empleados pueden confiar más en sí mismos, mostrarse más felices y seguir en la línea con lo que el departamento de recursos humanos considera como buenas prácticas.
Lo que es seguro es que el sistema planteado por Microsoft facilitaría el trabajo para el departamento de recursos humanos a la hora de realizar la evaluación de los empleados de manera “más sencilla y rápida”.
Mientras, los trabajadores recibirían un correo electrónico con los resultados, para así tener un margen de mejora y mostrar sus aspiraciones, en el caso de tenerlas. Así, uno podría presentar una actitud diferente en las semanas antes de la evaluación y no corresponderse con las conductas habituales que mantiene en su oficina por ejemplo por una llamada de vídeo a las seis de la mañana.
Fuente: El economista
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