domingo, 20 de febrero de 2011
Los permisos se otorgaron para sembrar maíz GM en los estados de Sonora, Sinaloa, Tamaulipas y Chihuahua, sin incidentes ni eventos inesperados o actos de vandalismo.
En el marco de la Expo Agro Sinaloa 2011, dijo que las conclusiones de esos ensayos fueron que en México se puede hacer investigación con transgénicos de forma segura y confiable, gracias a las estrictas medidas de bioseguridad aplicadas.
El maíz genéticamente modificado (GM) se comporta y responde al ambiente de la misma forma que los distintos maíces convencionales, señaló.
“El maíz resistente a insectos plaga fue eficaz en el control de las principales plagas que azotan estos cultivos en México (gusanos cogollero, elotero, barrenador y de raíz), tal y como se ha comprobado en 20 países durante 14 años”.
Además, agregó, el maíz GM no representa riesgo alguno para la biodiversidad, pues se mantuvieron sin cambios las poblaciones de insectos benéficos en el cultivo (chinches, avispas, catarinas, chicharritas, arañas, grillos, y otros).
Destacó que el maíz GM logró controlar con efectividad la maleza que azota los campos de maíz en México, tolerando las aplicaciones del herbicida glifosato.
En la etapa de los experimentos, se confirmó que la incorporación de eventos biotecnológicos en el maíz no modifica sus características fenotípicas, agronómicas ni sus interacciones ecológicas.
Con esos ensayos se concluyó también que el maíz GM no representa riesgo para la fauna benéfica, ni presenta diferencias biológicas en términos de un incremento en el potencial de plagas o modificación del impacto al ambiente.
No se detectaron plantas cloróticas o deformadas y su crecimiento, desarrollo y rendimiento de las plantas en los tratamientos con herbicida fue comparable al maíz convencional sin tratamiento.
Se constató que la eficacia del evento para la tolerancia a glifosato representa un método efectivo para el control de maleza en maíz.
En síntesis, apuntó el presidente ejecutivo de Agro Bio México, el cultivo GM con tolerancia a glifosato confirma los resultados observados en otros países del mundo donde este producto ya se comercializa desde hace más de 14 años.
Ilustró que en 2008, el uso de cultivos biotecnológicos evitó la emisión de más de 14.4 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), que equivaldría a retirar siete millones de automóviles de la circulación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ambos organismos de las Naciones Unidas, avalan la seguridad de estos cultivos para la salud humana.
Por ello, asienta que la biotecnología ofrece importantes beneficios para que los cultivos se adapten a las condiciones del cambio climático, como plantas que requieren menos cantidades de agua, que se podrían sembrar en zonas semiáridas.
“Se pueden obtener cultivos resistentes al ataque de plagas, enfermedades, herbicidas y condiciones climáticas extremas. Incrementar los rendimientos y disminuir el impacto ambiental de la agricultura”.
Fabrice Salamanca asume que en nuestro país se puede hacer investigación con transgénicos de forma segura y confiable, gracias a las estrictas medidas de bioseguridad aplicadas.
Sustenta que la biotecnología en maíz representa una herramienta sustentable que pude ayudar a activar la economía en el sector rural.
Recordó y ejemplificó que México ha utilizado algodón GM desde 1996 y se ha incrementado significativamente la superficie cultivada, principalmente en regiones de La Laguna, Mexicali y Chihuahua.
Desde entonces, se estima que los beneficios para los productores alcanzaron los 570 millones de pesos de 1996 a 2005, disminuyeron notoriamente las labores manuales y aplicaciones tempranas de herbicidas y plaguicidas con equipo especial.
Con el uso de algodón GM, se estima que de 1996 a 2006, se han dejado de aplicar en total 454 mil 145 litros de insecticida.
Para ilustrar la importancia del uso de productos agrícolas genéticamente mejorados, AgroBio documenta que más de 14 millones de agricultores en 25 países del mundo se dedican a su producción.
Establece sin embargo que para poder consumir productos genéticamente modificados, éstos deben ser evaluados caso por caso por las autoridades sanitarias de cada país, quienes autorizan su importación y comercialización para consumo humano y animal.
En la actualidad, cerca de 60 países, entre ellos México, Brasil, Argentina, Estados Unidos y todos los países de la Unión Europea, entre otros, realizan cotidianamente estas evaluaciones y han autorizado su uso.
Por ejemplo, en México 87 cultivos transgénicos cuentan con esta autorización por parte de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) que depende de la Secretaría de Salud.
Mientras, la autoridad sanitaria de la Unión Europea (EFSA) ha autorizado hasta la fecha 31 de estos cultivos.
AgroBio México también documenta que la aplicación de la biotecnología en la agricultura contribuye a la protección de nuestro medio ambiente a través de la conservación del suelo y la disminución de emisiones de dióxido de carbono.
Entre 1996 y 2008, el impacto económico de los cultivos biotecnológicos a nivel global asciende aproximadamente a 51 mil 900 millones de dólares, debido al incremento en el rendimiento y a la reducción de costos de producción.
Para incrementar la producción que lograron los cultivos biotecnológicos entre 1996 y 2008 (en 167 millones de toneladas), se habrían necesitado 63 millones de hectáreas de tierra adicionales a las que hoy se utilizan para la agricultura .
0 comentarios:
Publicar un comentario