La temporada de resfriados y gripe está a la vuelta de la esquina y con esto podemos esperar ver muchos anuncios de vacunas contra la gripe. He escrito mucho sobre los peligros de las vacunas anteriormente y del hecho de que simplemente no funcionan, de acuerdo con la evidencia. Así que le doy una revisión oportuna de lo que puede hacer para protegerse a usted y a su familia de esta temporada de resfriados y gripe, así como las de los próximos años.
¿Qué causa la gripe y los resfriados?
Tanto la gripe como los resfriados son causados por una serie de virus (no bacterias). Mientras que estas dos enfermedades a menudo afectan su tracto respiratorio, existen algunas diferencias entre ellas.
Los síntomas comunes de un resfriado común incluyen flujo nasa, congestión, tos y dolor de garganta. Los síntomas de la influenza tienden a ser mucho más severos, esto se debe a que los virus de la influenza son capaces de causar infecciones graves de pulmón, neumonía e incluso fallo respiratorio. También tienden a afectar las articulaciones – lo que provoca que sienta dolor.
La forma más común en la que se transmiten los virus es por vía de contacto mano a mano. Por ejemplo, alguien que tiene un resfriado se suena la nariz y después le da la mano o toca superficies con las que usted también tiene contacto. Sin embargo, lo que debemos recordar es que el estar expuesto al virus no significa que está destinado a contraer un resfriado.
Si su sistema inmunológico está funcionando al máximo, entonces en realidad debería ser muy fácil para usted estar en contacto con los virus sin enfermarse. Lo mismo ocurre con los virus de la gripe. Por otra parte, si su sistema inmunológico se encuentra en malas condiciones, los virus pueden fácilmente tomar fuerza en su cuerpo. Por lo tanto, es importante entender que la razón por la que usted contrae un resfriado o gripe es porque su sistema inmunológico está deteriorado. No es un acontecimiento inevitable basándose en la exposición al virus por sí solo.
Factores de estilo de vida que pueden debilitar al sistema inmunológico, solos o combinados, incluyen:
- Comer mucha azúcar, en particular la fructosa, y muchos granos.La persona promedio consume cerca de 75 gramos de fructosa al día y cuando se consume fructosa a ese nivel puede ser devastador para el sistema inmunológico.Una de las formas en las que hace esto es al desequilibrar la flora intestinal. El azúcar es el “fertilizante” de las bacterias patógenas, levaduras y fungi (tipo de hongo) que pueden hacer que su sistema inmunológico sea atacado por virus respiratorios. La mayoría de las personas no se dan cuenta que el 80 por ciento de su sistema inmunológico en realidad recae en el tracto gastrointestinal. Es por eso que controlar su consumo de azúcar es CRUCIAL para optimizar su sistema inmunológico.Sería inteligente limitar el consumo total de fructosa a menos de 25 gramos al día si tiene buena salud, o menos de 15 gramos al día si tiene presión arterial alta, diabetes, enfermedades del corazón o es resistente a la insulina.
- Deficiencia de vitamina D, como resultado de la falta de exposición al sol
- No descansar lo suficiente
- No hacer el suficiente ejercicio
- Utilizar estrategias que no sirven para hacerle frente a los estresores emocionales
Deficiencia de Vitamina D: Una causa subyacente tanto de los refriados como de la gripe
De acuerdo con Medline, se estima que el estadounidense adulto promedio tiene de dos a cuatro resfriados al año, mientras que los niños podrían tener más de un docena. Cada año, entre el cinco y el 20 por ciento de la población estadounidense también sufre de síntomas de gripe.
Una de las razones de la alta prevalencia de los resfriados y de la gripe podría ser la deficiencia de vitamina D que es algo muy común en los Estados Unidos, en especial durante los meses de invierno cuando los resfriados y los virus de la gripe se encuentran a su máximo nivel. La investigación ha confirmado que “contraer” un resfriado o gripe en realidad podrían ser un síntoma de una subyacente deficiencia de vitamina D. Niveles menos óptimos de vitamina D dañarían de forma significativa la respuesta inmunológica y hacerlo mucho más susceptible a contraer resfriados, influenza y otras infecciones respiratorias.
En el estudio más largo y representativo a nivel nacional de su tipo hasta la fecha, involucra a cerca de 19,000 estadounidenses, las personas con lo niveles de vitamina D más bajos reportaron haber tenido más resfriados o casos de gripe – y el riesgo era incluso mayor para aquellos con enfermedades respiratorias como asma. Al menos cinco estudios adicionales también demostraron una relación inversa entre menos infecciones del tracto respiratorio y los niveles de vitamina D.
Pero la investigación es bastante clara, mientras más altos los niveles de vitamina D, menor es el riesgo de contraer resfriados, gripe y otras infecciones del tracto respiratorio. Creo firmemente que usted podría evitar los resfriados y la influenza por completo manteniendo sus niveles de vitamina D en el rango óptimo.
IMPORTANTE: ¿Por qué es tan importante obtener la vitamina D de la exposición al sol?
En una reciente entrevista, la Dra. Stephanie Seneff habló de la importancia de la exposición al sol a un nivel completamente nuevo. Yo he recomendado constantemente obtener la vitamina D por medio de una exposición al sol de forma regular siempre que le sea posible y la revisión de la Dra. Seneffde de cómo – la exposición al sol- está relacionada con los niveles de colesterol y de azufre, hacen de esta recomendación más importante.
Sin embargo, como un breve resumen, cuando usted expone su piel a la luz solar, su piel sintetiza el sulfato de vitamina D3. Esta forma de vitamina D es soluble en agua, a diferencia de los suplementos orales de vitamina D3, que son sulfatados. La forma soluble en agua puede viajar a través de su torrente sanguíneo libremente, mientras que las formas sulfatadas necesitan de LDL (el llamado colesterol “malo”) como vehículo de transporte. Su sospecha es que la forma de vitamina D oral no sulfatada probablemente no le brindará los mismos beneficios que la vitamina D obtenida por medio de la exposición al sol, debido a que no puede ser convertida en sulfato de vitamina D.
Creo que esta es una razón muy convincente para hacer un esfuerzo coordinado para obtener TODOS los requerimientos de la vitamina D de la exposición al sol o al utilizar una cama de bronceado segura (una con balastos electrónicos en lugar de balastos magnéticos, para evitar la exposición innecesaria a los campos EMF). Personalmente, no he tomado suplementos orales de vitamina D en más de un año y he mantenido mi nivel entre 65 y 110ng/ml con una exposición regular al sol.
Como último recurso, si es que ninguna de estas opciones son viables para usted, entonces podría tomar un suplemento oral de vitamina D3. Eso es mejor que nada, pero aun así podría no brindarle los beneficios a la salud que se obtienen de la exposición al sol, dado a que la vitamina D no será sulfatada, y porque no es soluble en agua, no será capaz de apoyar al máximo su respuesta inmunológica.
¿La Vitamina D podría ayudarlo a recuperarse más rápido…y a prevenir el resfriado o la gripe en primer lugar?
La vitamina D es un sorprendente y efectivo agente antibacterial, que produce de 200 a 300 péptidos antimicrobianos diferentes en su cuerpo que matan las bacterias, virus y fungi (tipo de hongo). Por lo tanto, optimizar sus niveles no sólo lo ayudarán a controlar los resfriados y gripe…sino que evitará que invadan su cuerpo en primer lugar.
A diferencia de las vacunas contra la gripe (de las que hablaré en un momento), está recomendación ha ido ganando validación científica.
Por ejemplo, en un estudio, publicado el año pasado, los investigadores estudiaron el efecto de la vitamina D en la incidencia de la temporada de influenza A en niños que asistían al colegio. Durante más de un año, realizaron un estudio comparando los efectos de la vitamina D3 con placebos. Encontraron que la influenza A se produjo en sólo el 10.8 por ciento de los niños del grupo de la vitamina D, en comparación con el 18.6 por ciento de los niños del grupo de placebo.
“Este estudio sugiere que la suplementación con vitamina D3 durante el invierno podría reducir la incidencia de influenza A, en especial en subgrupos específicos de niños que acuden al colegio.”
Basándose en las últimas investigaciones realizadas por Carole Baggerly, director de Grassroots Health, la dosis requerida para el adulto promedio para alcanzar los niveles saludables de vitamina D es de 8,000 IUs de vitamina D al día, si usted está tomando suplementos orales. Para los niños, muchos expertos coinciden en que los niños necesitan cerca de 35 IU de vitamina D por cada libra de su peso. Sin embargo, tome en cuenta que los requerimientos de vitamina D son completamente individuales, ya que el estado de la vitamina D depende de muchos factores, así que mientras que estas recomendaciones podrían acercarlo al aproximado necesario probable para la mayoría de las personas, es imposible hacer una recomendación general que cubra las necesidades de todas las personas.
La única manera de determinar la dosis óptima, es haciéndose los análisis de sangre. Idealmente usted querrá mantener sus niveles de vitamina D de 50-70ng/ml durante todo el año.
Estrategias convencionales para tratar resfriados y gripe, que en realidad podrían hacer más lento su tiempo de recuperación
Los resfriados menos complicados duran entre ocho y nueve días, pero cerca del 25 por ciento duran dos semanas y del 5-10 por ciento duran tres semanas. Incluso los resfriados más severos generalmente se curan en pocas semanas.
Por el otro lado la gripe, tiende a durar menos tiempo, un caso común de gripe dura de cuatro a siete días. Que tan rápido se recupere a menudo tiene que ver con sus hábitos de estilo de vida – y esto no tiene nada que ver con los remedios para la gripe y los resfriados o los reductores de fiebre. De hecho, siempre y cuando su temperatura se mantenga por debajo de los 102 grados Fahrenheit (38.9 grados Celsius) no hay necesidad de bajarla.
Los virus del resfriado no se reproducen a temperaturas corporales altas, así que un poco de fiebre ayudará a deshacerse de los virus más rápido.
También evite los medicamentos para aliviar el dolor que no requieren de receta médica, ya que la investigación sugiere que tomar aspirina o Tylenol (paracetamol) en realidad podría suprimir la capacidad de su cuerpo para producir anticuerpos que destruyan el virus del resfriado. También se ha relacionado al exceso de consumo de aspirina con complicaciones pulmonares incluyendo edemas, o una acumulación anormal de fluido en sus pulmones. Utilice estos medicamentos únicamente cuando sea sumamente necesario, por ejemplo, si tiene una temperatura superior a los 105 grados F (40.5 grados C), dolor muscular severo o debilidad.
Lo más importante es recordar que los antibióticos NO combaten los virus, por lo tanto no sirven para combatir resfriados y gripe. Desafortunadamente, los antibióticos son altamente prescritos para este propósito. Así que por favor, si tiene un resfriado o gripe, recuerde que a menos que tenga una neumonía bacteriana, un antibiótico probablemente le haga más mal que bien, porque siempre que utiliza un antibiótico, usted está aumentando su susceptibilidad de desarrollar infecciones con resistencia a antibióticos- y puede convertirse en un portador de este resistente infección y contagiarla a otras personas.
¿Cuándo debería llamar a su médico?
La sinusitis, infecciones en el oído y pulmones (bronquitis y neumonía) son ejemplos de infecciones bacterianas que SÍ responden a los antibióticos. Si usted desarrolla alguno de los siguientes síntomas, son signos de que podría estar sufriendo de una infección bacteriana que no es virus del resfriado y entonces debería llamar al consultorio de su médico:
- Fiebre mayor a 102 grados Fahrenheit (38.9 Celsius)
- Dolor de oído
- Dolor alrededor de los ojos, en especial si hay secreción nasal verdosa
- Dificultad para respirar o tos persistente
- Tos persistente con secreción verde y amarilla
Una sorprendente FALTA de evidencia que respalda a las vacunas contra la gripe
Mientras que la vacuna contra la gripe es promocionada como la “mejor” manera de evitar contraer gripe estacional, muchos no saben que la información científica disponible en realidad NO respalda esta conclusión. En esencia, es una ilusión que no está respaldada por evidencia científica.
Tomemos como ejemplo la base de datos Cochrane- que es el punto de referencia para evaluar la efectividad de las intervenciones médicas comunes- como se discute en un artículo reciente de GreenMedInfo.com. Aquí están cinco Comentarios de la Base de Datos Cochrane, publicados entre el 2006 y el 2010, desacreditando completamente la afirmación de que las vacunas son la mejor forma de acción para prevenir la gripe.
- Una revisión sistemática a gran escala de 51 estudios, publicados en la Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas en el 2006, no encontró evidencia alguna acerca de que la vacuna contra la gripe sea más efectiva que un placebo en niños menores de dos años. Los estudios involucran a 260,000 niños de 6 a 23 meses.
Más preocupante aún, los autores afirmaron que: “fue sorprendente descubrir que hay tan sólo un estudio sobre la vacuna inactiva en niños menores de dos años, dado a las recomendaciones actuales para vacunar a niños sanos de seis meses de edad en los Estados Unidos y Canadá. Si la inmunización en niños es lo que se recomienda como política de salud pública, entonces se requiere urgentemente de estudios a gran escala para evaluar los resultados y comparar los tipos de vacunas.”
- Dos años después, en el 2008, otra revisión Cochrane concluyó nuevamente que “hay poca evidencia disponible” de que la vacuna contra la gripe sea eficaz en niños menores de dos años.
Advertencia: Esta revisión incluye 15 de los 36 ensayos financiados por la industria (cuatro no tenían declaración de financiación). Una revisión sistemática anterior de 274 estudios sobre la vacuna de la influenza, publicados hasta el año 2007 descubrieron que los estudios financiados por la industria fueron publicados en las revistas de mayor prestigio y los citaron más que otros estudios financiados de manera independiente sobre la calidad y tamaño metodológico. Los estudios financiados de recursos públicos fueron significativamente menos propensos a reportar conclusiones favorables a las vacunas. La revisión demostró que la evidencia confiable sobre las vacunas de la influenza es poca, pero existe evidencia acerca de la manipulación generalizada de las conclusiones y la falsedad de los estudios. El contenido y conclusiones de esta revisión debería ser interpretada a la luz de este hallazgo.” (El énfasis es mío)
- El año pasado, Cochrane publicó la siguiente conclusión: “Las vacunas contra la influenza tienen un efecto modesto en la reducción de los síntomas de la influenza y días de trabajo perdidos. No existe evidencia de que afecten complicaciones como neumonía o transmisión.
- El año pasado, Cochrane también revisó la evidencia disponible con respecto a la protección de los ancianos y los resultados fueron igual de abismales. Los autores concluyeron que: “La evidencia disponible es de mala calidad y no ofrece ninguna orientación con respecto a la seguridad, eficacia o efectividad de las vacunas de la influenza en personas de 65 años o más.”
- También se examinó si las vacunas aplicadas a los trabajadores de la salud puede ayudar a proteger o no a los pacientes ancianos con quien trabajaban. En conclusión, los autores afirmaron que: “No hay evidencia de que la vacunación de trabajadores de la salud evite la influenza a largo plazo en ancianos residentes de centros de atención.”
Estrategias en la alimentación para evitar un resfriado o gripe
La primera cosa que querrá hacer cuando sienta la amenaza de resfriado o gripe es evitar TODOS los azucares, endulzantes artificiales y alimentos procesados. El azúcar es particularmente dañino para su sistema inmunológico- que necesita estar reforzado y no debilitado, con el fin de combatir una infección emergente. Esto incluye el jugo de frutas y todo tipo de granos (ya que descomponen el azúcar en su cuerpo).
Idealmente, debe encargarse de sus problemas de nutrición, sueño, ejercicio y estrés al momento de sentir que se está enfermando. Esto es cuando aumenta las estrategias para que su sistema inmunológico sea más efectivo. Alimentos que ayudarán a fortalecer la respuesta inmunológica:
Leche cruda orgánica proveniente de animales alimentados con pastura o proteína de leche de alta calidad | Alimentos fermentados, como el kefir crudo, kimchee, miso, pepinillos, sauerkraut | Huevos crudos orgánicos de provenientes de gallinas alimentadas con pastura | Carne proveniente de animales alimentados con pastura | Coco y aceite de coco |
Grasas omega-3 de origen animal, como el aceite de krill | Vegetales orgánicos | Ajo. De preferencia crudo y batido antes de comerlo | Cúrcuma, orégano, canela, clavos de olor | Champiñones, en especial Reishi, Shiitake y Maitake |
Asegúrese de tomar mucha agua purificada. El agua es esencial para el funcionamiento óptimo de cualquier sistema en su cuerpo y ayudará con el escurrimiento nasal y secreciones. Usted debería tomar el agua suficiente para que de ese modo su orina sea de color amarillo claro.
Y en cuanto al caldo de pollo, sí, de hecho ayuda a reducir los síntomas del resfriado.
El pollo contiene amino ácidos naturales llamados cisteínas, que pueden ayudar a disminuir el moco en sus pulmones y a hacerlo menos pegajoso para que pueda ser expulsado fácilmente. Sin embargo, las sopas enlatadas, procesadas no funcionan como la versión hecha en casa. Para obtener mejores resultados, prepare su caldo fresco usted mismo (o pídale a un amigo o familia que lo haga) y hágalo caliente y picoso con mucho chile. Las especias acelerarán la liberación de fluidos acuosos en su boca, garganta y pulmones, lo que lo ayudará diluir el moco respiratorio para que le sea más fácil toser y expulsar.
Té Verde- Una opción de bebida saludable durante la temporada de gripe
El té verde contiene componentes antivirales que también podrían ser útiles contra la infección de la gripe. Un estudio reciente examinó la relación entre el consumo de té verde y la incidencia de influenza entre los niños que asistían al colegio. Más de 2,000 alumnos de primaria recibieron cuestionarios anónimos acerca del consumo de té verde y de la enfermedad durante la temporada de influenza.
Los resultados mostraron que tomar té verde, más de cinco tazas al día, se relacionó con una tasa menor de infección.
“Nuestros hallazgos sugieren que el consumo de 1-5 tazas (al día) de té verde podría prevenir la infección de la influenza en niños.”
Los suplementos que se llevan a los patógenos muy lejos
Los suplementos pueden ser benéficos para los resfriados, pero creo que deberían ser utilizados como un complemento de las medidas de estilos de vida y de alimentación ya discutidos en este artículo. Algunas de las opciones más útiles para el resfriado y gripe – además de la vitamina D- son:
- La vitamina C: Un antioxidante muy potente, utilizado en su forma natural como la acerola, que contiene micronutrientes relacionados. Puede tomar varios gramos cada hora hasta que se mejore a menos que comience a presentar diarrea.
- Aceite de orégano: Mientras mayor sea la concentración de carvacol, más efectivo será. El carvacol es el antimicrobiano más potente que ayuda la respuesta inmunológica.
- Propóleo: Una resina de abeja y uno de los compuestos más antimicrobianos de amplio espectro del mundo, el propóleo también es la fuente más rica de ácido cafeico y apigenina, dos compuestos que ayudan en la respuesta inmunológica.
- Un té hecho de la combinación de flor de saúco, milenrama, eupatorio, tilo, menta y jengibre, bébalo caliente y a menudo combate el resfriado o gripe. Lo hará sudar, que es útil para erradicar el virus de su sistema.
- Extracto de hoja de olivo: Las culturas antiguas egipcias y mediterráneas le daban una variedad de usos para la promoción de la salud y es ampliamente conocida como un producto natural, no tóxico que construye el sistema inmunológico.
Hongos – Estimulantes Inmunológicos Que a Menudo son Ignorados
Hay otro suplemento que ha surgido y que puede ser muy útil para fortalecer su sistema inmunológico, y son los hongos.
Más de 300 especies diferentes de hongos que en la actualidad se cree tienen el potencial para promover la salud humana. La evidencia sigue emergiendo, confirmando como las proteínas, minerales, polisacáridos, aminoácidos y fibra de los hongos apoyan a la salud en general al:
- Promover el crecimiento celular normal
- Proteger en contra de los estresores ambientales
- Apoyar el proceso normal de desintoxicación
- Apoyar la salud de la flora intestinal
- Promover una digestión óptima
Aunque la mayoría de las personas sólo piensan en comer el cuerpo del hongo, es decir la parte que se ve sobre la tierra, la mayoría de los beneficios del hongo en realidad se encuentran en su compleja estructura de la raíz, la que crece por debajo de la tierra, llamada micelio, que puede ser hasta el 95 por ciento de la biomasa total del hongo.
Los beta-glucanos y proteoglicanos son los compuestos biológicos más activos en el cuerpo de los hongos y micelios que apoyan a su sistema inmunológico.
Los beta-glucanos son cadenas de polisacáridos, y los proteoglicanos son proteínas especiales que a menudo se encuentran en el tejido conectivo. Los beta-glucanos que se encuentran en los hongos son cadenas moleculares largas y complejas. Lo que distingue a ciertos beta-glucanos, es su ramificación lateral única. Como una llave y un candado, los compuestos beta-glucanos en los hongos se “ajustan” perfectamente a los receptores celulares que refuerzan a su sistema inmunológico.
Al primer signo de síntomas del resfriado: el Zinc al rescate
Una Revisión de la Base de Datos Cochrane de la investigación médica sobre el zinc encontró que cuando se tomaba zinc durante los primeros síntomas, el zinc podía reducir el tiempo que dura el resfriado a aproximadamente 24 horas. La revisión incluyó 15 pruebas controladas al azar, que consistían en 1,360 participantes de todas las edades. Se encontró que el Zinc reduce de gran manera la severidad de los síntomas.
Esto confirma lo que muchas personas han pensado acerca del zinc. La revisión no llegó a recomendar una dosis específica de zinc, citando la necesidad de más estudios para establecer las fórmulas óptimas y la duración del tratamiento. Sin embargo, algunos de los estudios revisados mostraron las cualidades benéficas del zinc utilizado para combatir el resfriado común era de 50 y 65 mg al día. Las personas tomando pastillas eran más propensos a experimentar efectos secundarios que los que tomaban jarabe, incluyendo mal sabor en la boca y nauseas.
El zinc no fue recomendado a las personas con alguna enfermedad, como función inmunológica baja, asma o enfermedades crónicas.
También tenga en mente que cada vez que aísla un mineral y lo ingiere de manera independiente de los demás, existe posibilidad de desequilibrio o en el peor de los casos, de sobredosis. Por lo tanto, no le recomendaría tomar más de 50mg al día e incluso no le sugeriría tomar los niveles suplementarios sobre una base diaria para ayudar a prevenir resfriados, ya que podría desarrollar fácilmente desequilibrio de cobre. También puede activar el “Efecto contrario” en el que mucho de un buen nutriente en realidad puede causar lo contrario de lo que se supone debe hacer.
Otras estrategias en el estilo de vida que ayudan a no contraer un resfriado o gripe
Además de las intervenciones nutricionales que ya discutimos, las siguientes estrategias en el estilo de vida también ayudarán a optimizar su resistencia en general en contra de virus del resfriado y gripe:
- Dormir lo suficiente y bien: Si usted no está durmiendo lo suficiente o teniendo el suficiente sueño de restauración, estará en mayor riesgo de ser atacado por un virus. Su sistema inmunológico también funciona mejor cuando usted no tiene falta de sueño, así que mientras más descanse más rápido se recuperará.
- Hacer ejercicio regularmente: El ejercicio regular es una estrategia crucial para aumentar la resistencia a enfermedades. Existe evidencia que sugiere que el ejercicio moderado y de forma regular puede reducir el riesgo de contraer enfermedades respiratorias al fortalecer el sistema inmunológico. De hecho, un estudio encontró que las personas que hacían ejercicio de forma regular (cinco o más días a la semana) tenían un riesgo 50 por ciento menor de contraer un resfriado. Y, en caso de que se enfermaran, sus síntomas eran menos severos que aquellos que no hacían ejercicio.
El ejercicio probablemente reduce el riesgo de resfriados de forma tan significativa debido a que provoca un aumento en las células del sistema inmunológico que pueden atacar a los invasores potenciales. Cada vez que se ejercita se beneficia al fortalecer a su sistema inmunológico. Lo ideal es establecer un programa de ejercicio regular, como el Peak Fitness, para ayudar a prevenir los resfriados y otras enfermedades.
Además, el ejercicio también puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico al aumentar la temperatura corporal. Esto ayuda a matar a los patógenos invasores, es parecido a la fiebre que produce su cuerpo cuando está enfermo
- Encárguese del estrés emocional: Los estresores emocionales también pueden predisponerlo a una infección mientras que también empeora los síntomas del resfriado. Encontrando maneras de manejar el estrés diario, así como sus reacciones a circunstancias de las que no tiene el control, contribuirán a fortalecer y hacer más resistente el sistema inmunológico. Estrategias efectivas incluyen una variedad de herramientas de la psicología energética, como la Técnica de Liberación Emocional (EFT por sus siglas en inglés).
Fuente: espanol.mercola.com
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