Históricamente Japón ha sido uno de los destinos predilectos de tronados y tifones debido a su expuesta geografía.Pero también e suna nación que ha gozado, como pocas otras, de las mieles de la tecnología aplicada a la vida civil, esto debido al veto que se le impuso tras la Segunda Guerra Mundial para incursionar en el desarrollo de armamento. Hoy estos dos factores se fusionan, la vulnerabilidad ante los desastres naturales y la tecnología, ya que cuatro organizaciones japonesas han desarrollado un simulador de tornados.
La iniciativa auspiciada por el National Institute for Land and Infrastructure Management (NILIM), el Building Research Institute, la Universidad de Tokio el Instituto de Investigación para la Prevención de Desastres, ha logrado construir el primer simulador de tornados que alcanza velocidades equivalentes a la de una tormenta de alta intensidad. El objetivo es entender como se comportan las estructuras construidas por el hombre frente a las fuerzas que convergen en este fenómeno natural. “Lo estamos haciendo por que hay muchos reportes de daños estructurales serios en años recientes comparado a tiempos anteriores” dice Hitomitsu Kikitsu del NILIM.
El simulador de tornados tiene 1.5 metros de diámetro y esta montado en una base de 2.3 metros de altura por 5 de ancho. Puede generar una velocidad máxima de entre 15 y 20 metros por segundo, lo cual basta para reproducir artificialmente una tromenta de tipo F3. De acuerdo con la escala Fujita, que se utiliza en Japón para medir este tipo de fenómenos, una tormenta F3 es suficientemente poderosa para arrancar árboles desde la raíz, volar coches, tirar paredes, y destruir estructuras con cimientos de acero.
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